martes, 14 de junio de 2011

METODOS Y TECNICAS DE ENSEÑANZAS

Método de enseñanza

Objetivos específicos:

  • Conocer las características que tienen los métodos de enseñanza
  • Analizar y comprender algunos de los criterios de selección
Tiempo estimado de lectura y preparación: 4 horas

Sobre los métodos docentes.

Durante el proceso de formación, es posible utilizar un gran número de métodos de enseñanza diferenciados entre sí fundamentalmente por el objetivo que persiguen (desarrollar conocimientos, actitudes o habilidades) y por el grado de participación que dan al alumno en su relación con el formador.

Concepto.

Dependiendo de la fuente que utilicemos obtendremos distintas definiciones. Algunas descripciones conceptuales pueden ser las siguientes:
  • Es la ordenación de los recursos, técnicas y procedimientos con el propósito de dirigir el aprendizaje del alumno.
  • Método se puede definir como, "Un modo ordenado de proceder para llegar a unos resultados o a un fin determinado, especialmente para descubrir la verdad y sistematizar los conocimientos." Esta es la definición que nos la ofrece el Diccionario Vox de la Lengua Castellana.
  • El método de enseñanza es el medio que utiliza la didáctica para la orientación del proceso enseñanza-aprendizaje. La característica principal del método de enseñanza consiste en que va dirigida a un objetivo, e incluye las operaciones y acciones dirigidas al logro de este, como son: la planificación y sistematización adecuada de los medios, las técnicas docentes, los objetivos...
El método de formación afecta a todo el curso. Es el principio ordenador de una serie de acciones que desarrollaremos en un curso. Marca las pautas, orientaciones para las técnicas que utilizaremos en aspectos más concretos. Por ejemplo: el curso que estamos haciendo se basa en un método de enseñanza programada. Los docentes son los que establecen el ritmo del contenido, que aparece en la plataforma de forma atomizada, dividida en pequeños capítulos y son “colgados” en la web de forma gradual. Cuando superamos un módulo abrimos otro. Este es uno de los principios que organizan nuestro curso.
La técnica se comprende dentro del método que daremos al curso, es un recurso particular que tenemos a nuestra disposición para llevar a cabo nuestros propósitos como docentes.
Las técnicas más conocidas son; la lección magistral, la técnica de trabajo en grupo, la tutoria, solución de casos, etc,…

Clasificación de los métodos de formación.

Existe una gran diversidad de clasificaciones sobre los métodos de formación. En la siguiente relación se destacan algunos de interés:
  • Método deductivo: el conocimiento se genera de lo general a lo particular. P.e: antes de entrar a explicar el contenido sobre la interacción docente y sus componentes, podemos realizar varias simulaciones que después analizaremos y describiremos de forma estructurada y concreta.
  • Método inductivo: el razonamiento va de lo particular a lo general.
  • Método comparativo: el razonamiento va de lo particular a lo particular.
  • Método pasivo: la mayor parte del tiempo de la intervención didáctica lo ocupa la actividad del formador.
  • Método activo: en el aula prevalece la actividad del alumno.
  • Método de especialización: los contenidos son incluidos en asignaturas que atomizan el conocimiento.
  • Método individual: el proceso de formación aprendizaje se realiza de manera personal formador – alumno.
  • Método recíproco: el formador delega la formación en uno o varios alumnos para que enseñen a sus compañeros.
  • Método de trabajo individual: la formación establece tareas diferentes por cada alumnos
  • Método de trabajo grupal: el aprendizaje se realiza en grupo, de modo cooperativo.

Algunos criterios de selección.

En el momento de hacer la opción por un método es necesario tener en consideración varios puntos:
  • El contenido de la lección. Algunos contenidos no son propios para algunos tipos de métodos. Por lo cual el maestro deberá escoger éstos con mucho cuidado.
  • El tamaño del grupo. Si queremos trabajar un método activo mediante dinámicas grupales necesitaremos al menos un número de personas que nos asegure cierto éxito de la actividad. En función de número de participantes determinados la interacción docente.
  • La edad de los alumnos. Hay determinados métodos que están más relacionados con los distintos tramos de edad. Un ejemplo: si estamos trabajando como formador en un taller de empleo de albañilería para personas mayores de 45 años, es muy probable que algunos participantes tengan experiencia previa, de ahí que busquemos que el método se activo y basado en un aprendizaje significativo, esto es, aprovechar los conocimientos previos que traen. En una escuela taller, el alumno que tengamos puede ser que tenga 16 años y sin experiencia previa, nuestro método estará más enfocado a un método de descubrimiento y demostrativo, y unas técnicas más de lección magistral para abrirle las puertas a una ocupación nueva para él.
  • Las necesidades del grupo. Como veremos más adelante, el grupo pasa por distintas fases que se identifican con necesidades. Al inicio de un curso la necesidad es crearse como grupo, identificarse, con lo cual el método y las técnicas se orientarán a potenciar un clima de confianza y conocimiento.
  • Las capacidades de los alumnos. Si por ejemplo, queremos que los alumnos que tenemos “investiguen” sobre un aspecto concreto de la materia que impartimos, debemos saber antes si sus capacidades lo posibilitan. Es probable que no conozcan recursos para realizar la tareas, por tanto fracasaremos en nuestra propuesta metodológica. Un paso previo será analizar sus capacidades físicas, cognitivas y adecuar nuestra propuesta de trabajo a esas posibilidades.
  • Las facilidades físicas disponibles.
  • Los recursos humanos, económicos, tecnológicos y literarios.
  • Las capacidades propias del formador y su intencionalidad. Al seleccionar una técnica y método debemos conocer el procedimientos que conlleva y cuál es el objetivo que debemos conseguir.
  • La variedad. Existen diferentes tipos de aprendizaje en nuestro grupo, con lo cual debemos abarcar un abanico de posibilidades en nuestros métodos, así evitaremos la monotonía, y nos acercaremos mejor a todos por igual.

RESUMEN:

Como formadores, en función de nuestras características, del perfil de los alumnos y los objetivos del programa debemos seleccionar aquella combinación de métodos que incremente la probabilidad de que se alcancen los objetivos de aprendizaje. Ningún método es químicamente puro, cuando desarrollamos una sesión tiramos de los distintos métodos que conocemos y no limitándonos a desarrollar uno de forma constante y repetitiva.

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